Palabras de nuestro Hermano Mayor Sr. Javier Lechuga en el acto de apertura del XXV Aniversario

XXV años de fe y esperanza bajo la advocación a Ntro. Padre Jesús Nazareno y Ntra. Sra. de la Esperanza!!!

Hoy nos disponemos a celebrar los primeros veintecinco años de vida de este proyecto en común. Han sido veintecinco años de lucha sin tregua, de esfuerzos enconados, de injustos sinsabores, de tropiezos, de caídas… y también de nuevos logros e impulsos y muchas alegrías.
Los inicios no han sido fáciles pero gracias a muchas y muchas personas de esta ciudad y sobre todo del barrio de Cerdañola han hecho posible que hoy podamos estar celebrando este acto de conmemoración de los primeros XXV años de historia.

No tuve la suerte de vivir los primeros momentos de nuestra hermandad, pero me cuentan que fue en el año 1987 cuando comienza su camino de fe cristiana bajo la advocación de Ntro. Padre Jesús Nazareno. Ese primer cristo nazareno prestado por el centro católico “sala Cabanyes” de nuestra querida ciudad fue el primer paso a algo muy grande, pero que aun estaba por llegar años mas tarde con la nueva imagen, venida de Jaén. Esa bendita talla de madera de olivo y de escultor anónimo que se pudo bendecir en el convento de las hermanas capuchinas a las cuales siempre tendremos en nuestro corazón por aceptarnos y acogernos en su convento.


Ntro. Padre Jesús Nazareno empezó a coger cada vez más, devoción en la ciudad de Mataró. La hermandad fue aumentando con el paso de los años, siendo muy acogida en un barrio obrero y trabajador, el barrio de Cerdañola con su parroquia de María Auxiliadora.

Nuestra Hermandad tuvo años muy difíciles, y también años en los que se vivieron grandes ilusiones. Recordamos entre ellas la venida del nuevo paso a trabajaderas de la Roda de Andalucía Sevilla, o la adquisición de la nueva imagen que dio el nombre completo y actual de la Hermandad, Ntra. Sra. de la Esperanza, o la adquisición años más tarde del nuevo paso de palio para la santísima virgen, entre muchas otras ilusiones vividas y muchas otras que aún quedan por vivir.

Quiero dar las gracias a aquel grupo de amigos que aquel día decidieron formar esta Hermandad, los Señores Antonio Merino, Antonio Borrego, José Salazar, José Gamez y Alfredo Ortega entre muchos otros que de bien seguro se me olvida nombrar. Gracias de todo corazón por haber echo posible que hoy tengamos esta gran hermandad en la ciudad de Mataró.

Son muchas las personas que han trabajado por y para nuestra Hermandad hoy merecen ese gran respeto y todo nuestro cariño agradecer el trabajo de los hermanos mayores y juntas de gobierno, Sr. Antonio Merino, José Salazar, Rafael Acedo, Paco Martín, Cayetano Delgado,Conchita Mascorda, Jose Luís Ordóñez… además de muchas otras personas, entidades y estamentos que han colaborado y colaboran con la Hermandad.

Recordemos aquellos inicios, en que empezaron a surgir nuevas hermandades, para crear una nueva semana santa en la ciudad de Mataró.
Una nueva etapa estaba a punto de empezar, hermandades muy jóvenes, como la nuestra comenzaban con una gran fuerza y con mucha ilusión, hoy después de 25 años nuestra hermandad continua trabajando con gran vitalidad los 365 días del año participando en el día a día de esta ciudad, en ámbitos culturales y religiosos.

El secreto de que una hermandad como la nuestra este viva, es gracias a todas las personas que trabajan día a día, que mantienen la casa Hermandad, recordando especialmente a ese magnifico grupo de camareras que cuando hay que trabajar ahí están las primeras, piostres que siempre están para poner nuestras benditas imágenes bonitas y todas esas personas que hacen que la vida de hermandad sea agradable, hermanos y hermanas que velan por la Hermandad de sus sueños.

Quisiera también exaltar a las personas que cuidan de los pasos, a los que nunca se cansan de hacer bien su trabajo. Tampoco quiero olvidarme de los capataces y contraguías con sus costaleros y portadores de ambos pasos que nunca se cansan de ensayar, para que un nuevo Jueves Santo nuestra Hermandad vuelva a posesionar.

Tampoco quiero olvidar a esa Banda de Cornetas y Tambores que empezó con un inicio luchador para poder llegar a una gran Banda cada día mejor preparada.

Exaltar a nuestros conciliarios, Padre Juan Villegas, Padre Manolo y Padre Jordi todos ellos por su formación, por el trabajo de intentarnos transmitir cada día más la fe en nuestro señor Jesucristo.

Utilicemos este XXV aniversario para volver todos juntos a sentir nuestra hermandad. Para querer a Ntro. Padre Jesús Nazareno y su bendita madre Ntra. Sra. de la Esperanza, para participar en sus cultos y actividades, en su estación de penitencia.
Todos juntos en comunión, sin distancias, sin rencores, cargados de ilusión, aportando cada uno lo que podamos, ayudemos a llevar a nuestra hermandad a un futuro en común, donde todos nos sintamos reconfortados y en paz.

Vayamos juntos a todos los cultos, participemos en las actividades, los que estáis seguid luchando, los que os fuisteis volved a su regazo, sacad todas las túnicas que tengáis en casa, llenadlas de alegría, de fe, de ilusión, y sacadlas a la calle el próximo Jueves Santo.

Llegad a su capilla, poneos delante de ellos, rezadle, habladle, dejad que os miren y volved a mirar sus caras, sus manos, sus ojos y su amor…. Así de esta manera descubriréis el verdadero significado de nuestra hermandad, la esencia de 25 años de trabajo hasta llegar a este 2012.

Hoy como Hermano Mayor os animo a que participéis en las celebraciones de todos los actos del XXV Aniversario que a continuación os detallaré.

Muchas felicidades a todos los hermanos!!!
Gracias