Vía Crucis Consejo General de Cofradías y Hermandades


El Consejo General de Hermandades y Cofradías ofreció a los cofrades de la Archidiócesis de Barcelona el tradicional Vía Crucis que organiza cada año.
Con motivo del evento se aprovechó para dar una conferencia cuaresmal para la preparación de los cofrades en este tiempo.

Conferencia Cuaresmal.
Vista del interior de la capilla.

La Capilla de los Dolores, obra del arte barroco catalán y herencia viva de los sirvientes de María de Mataró, fue el escenario para la realización de la conferencia cuaresmal. La misma quedó pequeña dado el gran número de cofrades, sacerdotes, religiosas y personas que se reunieron. 

La capilla de los Dolores presentaba una custodia de soldados armados que emulaban el papel de los jefes de hierro que custodiaban el Santo Sepulcro. 

La conferencia fue a cargo de mn. Notó, presbítero y consilliari de la Comisión de Semana Santa y ayudó a los cofrades y cristianos a prepararse tanto para los días Santos, como entender la importancia y de vivir y entender el significado de la Cuaresma y la Semana Santa. 

Toma de posesión de la nueva Junta del Consejo General.

Terminada la conferencia se aprovechó para hacer el acto de nombramiento de la nueva Junta de Gobierno del Consejo General de Cofradías y Hermandades, no antes hacer un pequeño agradecimiento al sr. Manuel Zamora presidente hasta el momento. Una de las novedades es la división del Comision.



Posesión e imposición de medallas a la Junta del Consejo General

Vía Crucis

Desde la misma capilla de los Dolores partió el Vía Crucis. Un grupo de Armados con un lictores hacían guardia a la salida de la milenaria Basílica de Santa María. 

Los sacerdotes iniciaban el Vía Crucis detrás del Santo Cristo de la Buena Muerte, que era llevado por un grupo de costaleros, que emulan los hombres, el cirineo, que quieren ayudar a llevar la Cruz pesada.

La salida por la calle Beata María, recordaba una estampa de los años 30 de la ciudad de Mataró donde los portadores del Cristo estaban junto al Beato Dr..Sansón, rector de Santa María.

El vía Crucis transcurrió por las calles del centro de Mataró, pasando por la plaza Mayor y la calle Santa María hasta llegar a la Basílica.  
Después de cada estación, que fue leída por consiliarios y sacerdotes de Mataró, se ofrecía una reflexión para meditar y una oración para ayudar a determinadas situaciones y complicaciones de la vida diaria y que afectan a todos. 

A la entrada de la puerta de Santa María una guarnición romana espera al Cristo Muerto y invitaban a entrar en el templo. 

El Vía Crucis terminó con una emotiva oración del Beato Samsó y un Besapiés a la imagen. 

Terminado el acto empezaban a tocar las agrupaciones musicales fuera del templo, invitando a los y las presentes a ir hacia el concierto de bandas en otro punto de la ciudad. 



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