A pesar del confinamiento y el contexto de pandemia que ha obligado a cesar las actividades y el cierre preventivo de nuestro local, nuestra Hermandad no cesó.
Dentro de nuestra posibilidades y limitaciones hemos impulsado acciones como la “de túnicas a mascarillas” que se ha seguido en otros municipios, hemos participado con otras entidades y con algunas empresas de la confección de batas, gorros, mascarillas y material sanitario para los centros de Mataró y comarca que nos ha indicado Protección Civil, así como colaborado con residencias privadas de la comarca.
También hemos realizado algunas acciones de llegar alimentos tanto a profesionales, como a diferentes campañas de recogida de alimentos para familias necesitadas.
Al mismo tiempo, a nivel virtual hemos mantenido la agenda propia de la entidad durante toda la Cuaresma, Semana Santa, Pascua y nos hemos ofrecido como voluntarios a diferentes actos como personal de control de accesos en la parroquia, tanto en actos nuestros como de otras entidades. Y también hemos realizado acciones de apoyo y tramitación a ayudas a familias afectadas por un ERTE o más recientemente a la solicitud de la Renta Mínima Ciudadana, ante la dificultad de algunas personas por la gran brecha digital.
El contexto de pandemia ha impactado de pleno a nivel económico en nuestra ciudad y también en nuestra entidad.
Una entidad que nunca se ha movido por intereses económicos ni con ánimo de lucro, pero dentro de nuestras limitaciones y dificultades hemos intentado seguir la senda de una hermandad y de una entidad cristina.
Sin esperar nada a cambio, estos días hemos recibido una carta de agradecimiento del Alcalde Mataró por esta labor, así como otras entidades y empresas de la ciudad.