Después del mes de difuntos y donde las imágenes se han vestido de negro, empieza un nuevo tiempo litúrgico: el Adviento.
Un tiempo de preparación a la Navidad, a la Anunciación a la Inmaculada Concepción... por eso en este momento las imágenes en parroquias y casas hermandades cambian su atuendo.
A pesar que el color litúrgico es el morado, las vírgenes se visten para la preparada del Hijo también en blanco, o en blanco y azul como símbolo de la Inmaculada Concepción.
Así pues, el Nazareno y la Esperanza ya están ataviados en este tiempo en la Casa Hermandad.