El 30 de junio es la fiesta de los promártires romanos. Una celebración que recuerda la santidad de aquellas personas del primer cristianismo y que perdieron su vida por promulgar el amor a Dios y considerarse cristianos.
La religión cristiana fue declarada ilícita ya en el año 35 porque iba en contra de los principios del imperio y los dioses romanos, por ello empezaron a ser perseguidos y martirizados. Hay episodios como los de Nerón a quién les culpó de la quema de Roma o la persecución de Diocleciano.
En Mataró, ese día después de la celebración de San Pedro y San Pablo, también mártires, antiguamente se recordaba el día.
Los patronos de Mataró fueron mártires. Primero Sant Desideri, que fue martirizado en Roma y sus restos se conservan en la Basílica de Santa María de Mataró. Luego las Santas Juliana y Semproniana, las jóvenes romanas mártires y que fueron discípulas de Sant Cugat.
También, a nivel de Mataró, hay un cuadro que se ha convertido en icono de ese día. En numerosas publicaciones y webs aparece el cuadro de los promártires romanos Eudoro y Cymodea en el anfiteatro.
Un cuadro del pintor José Bermudo de 1884 y que está en la Sala de los Leones del Ayuntamiento de Mataró.