El paso de Ntro. Padre Jesús Nazareno una obra de 1946 de cambio de época del sevillano Sanjúan

 


El paso a costal de Jesús está en la Hermandad desde los años noventa cuando se adquirió; pero sus orígenes son anteriores. El año pasado esta joya procesional y patrimonial cumplió 75 años. Conozcamosla un poco más.

Durante el XXV aniversario de la Hermandad se invitó a Antonio Escalera, Vicehermano de la Hermandad Nuestro Padre Jesús Nazareno y Nuestra Señora de la Esperanza de la Roda de Andalucía, quien aportó las vivencias personas alrededor de ese paso a costal. Una historia que vivió personalmente con emoción y sentimiento desde pequeño.

Los orígenes del paso se remontan al verano de 1945 cuando se encarga a José Sanjuan Navarro un paso de canastilla tallado y calado con respiradores montado en parihuela de madera y cromado con oro fino de 22 quilates.

Sanjuan en aquél entonces tenía un taller en Sevilla y era uno de los escultores de renombre del momento.  Entre sus obras destacan su dirección de la talla de Jesús de las Penas de San Roque de joven, y su trabajo a cincel de altares como los de de San Roque, del Sagrado Corazón, del Nazareno de Arahal y de pasos procesionales como el del Desprecio de Herodes y el de la Paz de la Cena en Málaga. También talló la Esperanza de la Roda de la Andalucía, la Virgen de Covadonga de Sant Bernardo, el Cristo de los Afligidos y los personajes del paso de Jesús Despojado, o la conocida loba capitolina que remata el paso de Poncio Pilato, así como otras imágenes para la Semana Santa de Yecla, Isla Cristina o Paterna del Campo.   

El modelo presentado por Sanjuan para el paso de la Roda recogía elementos sevillanos y estilos de los pasos procesionales antiguos, pero aportaba elementos entrañables y novedosos para la época.  

El escultor apostó por un paso de línea sencilla, sin excesivos recargos ni esquemas que distorsionaran la mirada al centro del paso, que era la imagen del Nazareno.

Y este Nazareno debía ser el foco de miradas apasionadas de costaleros antes de meterse en el paso, de vecinos al verlo pasar por la calle y hacer presenta la devoción en la calle, para “que irradie paz, amor y dulzura”, según palabras del contrato y reproducidas por Antonio Escalera.

 

El precio pactado fue de 17 mil pesetas que se tenían que pagar en 3 veces para que el paso estuviera acabado para la Semana Santa de 1946.  

Eran años difíciles, de posguerra, de pobrezas, pero todo un pueblo logró un éxito colectivo con mucho esfuerzo, predisposición y entrega. En el libro de cuentas de la Hermandad aparecen numerosas personas que pagaban una peseta al mes con mucho

Gran esfuerzo de los hermanos de la roda de tirar un proyecto en años de posguerra cuando había tanta hambre y pobreza. Hay en el libro de cuentas hasta personas que pagaban una peseta al mes, poco a poco. Un gran proyecto que nació de forma austera, pero fue un éxito colectivo de todo un pueblo, de toda una Hermandad.

Este paso fue el trono de Jesús de 1946 a 1992 en la Roda de Andalucía. Levantó admiración, fe, alegría, desbordantes sollozos y miles de esfuerzos de costaleros.  

La ciudad de Mataró fue destino en los años sesenta de multitud de Rodeños que cogieron su maleta y la llenaron de ilusión y esperanza por un futuro mejor para ellos y sus familias. La inmigración andaluza a Cataluña fue todo un Vía Crucis con muchas estaciones de penitencia, pero también de buenos momentos, recuerdos y prosperidad. 

Ese 1992 el paso fue adquirido por nuestra Hermandad. Y tal y como fue su construcción, su adquisición para nuestra ciudad también fue el brío y arranque de toda una Junta, de una Hermandad y todo el barrio de Cerdanyola que también de forma muy sobria y sencilla organizaron campañas, actos y eventos para poder hacer frente al pago.  

Y ese paso a costal se fue con su gente. Con los rodeños catalanes y para mantener viva su herencia e ilusión para todo su pueblo, y el pueblo nazareno.  

Pero este paso a costal, también tiene un pellizco que conocen bien aquellos que han cargado a Jesús en la cruz.

Con el tiempo se ha convertido en un legado patrimonial, un elemento histórico que pensó en su día Sanjuan Navarro y que hoy día está presente en la Semana Santa catalana y concretamente en Mataró.   

 

Cuanta tristeza, súplicas, agradecimientos tiene ese paso marcado con la patina del pan de oro, y aromas del romero de la sierra de Granada, humo del incienso mezclado con la luz tenue de las velas que detrás van alumbrando en súplica o agradecimiento de una promesa que se cumple.

Cirios encendidos portados por los nazarenos en su lento caminar, y debajo de ese paso fuerza, sacrificio, endereza, corazón, igualdad, costaleros hacinados, sudor, lágrimas, emoción, zapatillas, faja y costal, aromas del clavel fresco que des del Maresme catalán a la Roda suelen llegar” Antonio Escalera (2012)


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